Los objetivos de los etólogos son el estudio de la  conducta, del instinto y el descubrimiento de las pautas que guían la actividad  innata o aprendida de las diferentes especies animales. Así, los etólogos han  estudiado en los animales aspectos tales como la agresividad, el apareamiento,  el desarrollo del comportamiento, la vida social, la impronta y muchos, muchos  otros. En estado salvaje, los animales se manejan con ciertos códigos impuestos  por la propia lucha por la supervivencia, por ser el más apto para dirigir una  manada o ganarse el derecho a comer o a copular primero. 
            En 1951, Tinbergen publicó The Study of Instinct, en  donde plantea las cuatro preguntas sobre las que se apoya la etología: 
            
              
                - causacional, 
 
                - del  desarrollo u ontogenético, 
 
                - evolución  y 
 
                - filogenético),
 
               
             
            y se encarga de hacer una distinción entre la  psicología comparada y la etología. 
            Bibliografía  Carranza,  J. (Ed.). (1994). Etología: Introducción a la ciencia del comportamiento.  Cáceres: Universidad de Extremadura.  
              Font, E.; Colmenares, F. y Guillén-Salazar, F.  (1998). El lugar de la etología en las ciencias del comportamiento. Revista de  Psicología General y Aplicada, 51(1): 55-83.  
              Guillén-Salazar, F. (1996). Comportamiento animal y  sociedad: Una introducción a la etología aplicada. En: Etología, psicología  comparada y comportamiento animal. (F. Colmenares, ed.), pp. 113-133. Madrid:  Síntesis.  
              Guillén-Salazar, F.; Pons-Salvador, G. y Carpintero,  H. (2001). El desarrollo histórico del estudio del comportamiento animal en  España: desde el Renacimiento hasta nuestros días. Revista de Psicología  General y Aplicada, 54(2): 331-344.  
          Pozuelos Jiménez de Cisneros, A. (2004). La etología  del perro. Madrid: Ateles.  |